domingo, 17 de julio de 2011

El teatro que mira al cine.




"Qué pasó con Baby Jane", una propuesta de Romina Mazzadi.

Basada en la película "Qué pasó con Baby Jane" de Robert Aldrich de 1962, en este caso Romina Mazzadi Arro por Hijos de Roche, desde Rosario trae al festival una propuesta que combina cine y teatro en las actuaciones, la estética y la escritura de una puesta que resultó ganadora del Concurso de Coproducciones organizado por la Secretaria de Cultura de la Municipalidad de Rosario durante el año pasado. Este espectáculo que cuenta con las actuaciones de Elisabet Cunsolo y Paula García Jurado, ya se presentó en Foro Universitario de la Ciudad de Santa Fe, la Fiesta Provincial del Teatro de Rosario y el Espacio Bravo de Rosario.
Para introducirnos vale conocer algo del argumento que dice así; Baby Jane es una niña caprichosa que triunfa en el mundo de la canción infantil. Su hermana Blanche, siempre a su sombra, es una niña triste incapaz de conquistar el amor de su padre. Pasado el tiempo las cosas cambian: la retraída Blanche se convierte en una gran estrella del cine, mientras que la antigua niña prodigio Jane, despreciada por productores y directores por su falta de talento tiene que sobrevivir gracias a su hermana. Una noche, un brutal y dudoso accidente deja a Blanche postrada y las recluye para siempre en su sombría mansión.

La obra en proceso.
Baby Jane, está basada en una película "Qué pasó con Baby Jane" del año 72, “la idea fue trabajar como una especie de reproducción, la versión se hizo para teatro y es la reproducción de un set de filmaciones”. Mientras que en Rosario la puesta se realizó en una casa, en Rafaela ayer debutó y también podrá verse el viernes en el Centro Cultural Municipal (Sala Sociedad Italiana), “la vamos a hacer donde era el Liceo, tratando de recuperar el tema de la casa antigua que es donde se desarrolla la obra”, disparó su directora. Con registros bien utilizados desde el planteo de la película, algunos exagerados donde se habla un poco en inglés y un poco en castellano, “tratamos de mantener mucho del filme, la iluminación, el vestuario, los maquillajes, como una especie de homenaje”.
A partir de la adaptación del texto y de una cuidadosa búsqueda de las escenas estructurales, las actrices realizaron improvisaciones y luego se escribió el guión final. El trabajo se efectuó primeramente sólo con la escritura y luego recogiendo, interpretando y analizando partes del guión. La utilización de la casa, los recorridos remitiendo a la imagen del set de filmaciones permitió pensar en el proceso dramático y articular nuevas búsquedas narrativas. Sin dudas, las remisiones a la película son muchas, sin embargo el guión se encuentra totalmente adaptado, mientras que en la obra está pensado para dos mujeres en la película hay más personajes, en este caso el guión es para teatro y por eso adquiere otras connotaciones. Puntualmente la obra se sitúa en el último día, cuando la tortura ya empezó y se resume todo de un modo estrictamente teatral.
En la película expresó Romina, “existen dos registros, me llamó la atención porque justamente está planteada en dos registros diferentes y acá también. Hay un personaje que es psicótico más que exagerado y el otro, un personaje más realista. Trabajamos sobre esa línea, nos propusimos ahondar en dos registros y ver qué pasaba”, dijo al dar cuenta de cómo fueron presentando el desarrollo de la construcción de cada uno de los personajes.

Cine – Teatro.
Las correspondencias entre cine y teatro conducen invariablemente a muchas reminiscencias, si bien su directora apunta que el filme actúa como inspiración, “ver la película en cine me posibilitó otras cuestiones, es otro lenguaje, pero es una inspiración muy grande para el registro de actuación y el trabajo estético. Después la historia es tan terrible que es ingenua, me parece que vale la historia puesta desde esa forma, que si no es una historia más de dos hermanas que se pelean y precisamente el modo en que está contada es lo que hace fantástica a la película. Esto fue una inspiración para bajarlo al teatro y obviamente la cosa queda muy distinta. Pero para quienes vieron la película hay muchísimos guiños”.
Un dato para agregar entre las articulaciones y los reenvíos de los lenguajes del cine y el teatro que sin dudas suma, es aportar que las actrices encontraron en el texto y en la propuesta de la historia elementos interesantes para trabajar actoralmente. “De chica me gustaba mucho esta película”, relató Romina, “y nos enganchamos todas con la historia, generalmente trabajamos desde un texto, pero esto fue un placer, nos gustó mucho la película, teníamos ganas de hacer algo con esa onda y una experiencia así no habíamos hecho hasta ahora, así que para nosotras fue totalmente nuevo”. Haciendo una reseña de su modo de trabajo ante los actores, precisó que como proceso de actuación fue uno de los mejores ya que habilitó un compromiso corporal muy jugado y consciente a la vez.

Estética.
La estética del blanco y negro corresponde a una expresión formal del filme, “entonces intentamos mantener esa sensación”. Las presentaciones se realizaron en una casa antigua, “lo hacemos en una casa vieja, como las de antes, con escalera y con hall, con cierto glamour venido a menos, esa es la onda de la película. Por otro lado, hay tintes expresionistas, los maquillajes tienen una cosa muy exagerada, si bien es del ‘60 y de Hollywood, también es casi Almodóvar en el sentido de lo exagerado”, apuntó la directora.

FTR
Respecto de su relación con la ciudad Mazzadi, apuntó que es muy fuerte, “a Rafaela tengo que ir siempre a mostrar lo que hago, como soy de ahí, quiero que me den el ok y ésta es la primera vez que vamos fuera de La máscara, pero tenemos muchísimas expectativas y ansiedad porque salga todo del mejor modo posible”.
El año pasado, precisamente en octubre esta obra fue estrenada en Rosario y desde entonces se presenta todos los sábados, apostando así desde el Espacio Bravo a una propuesta fuerte en las actuaciones e intensa en el desarrollo dramático. Haciendo alusión a las respuestas del público que actualmente están obteniendo, la directora comentó que “fueron muy buenas, porque fue una película muy conocida para la gente un poco más grande, entonces vienen personas que normalmente no asisten al teatro y eso es inesperado. Además que las actuaciones de las chicas son fantásticas, realmente estamos contentas porque nos está yendo súper bien”.


Ana Paula Rosillo.
13 Julio 2011.

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