domingo, 17 de julio de 2011

Miguel Passarini; “este es un festival de la gente”.



En el marco de las actividades especiales, se desarrollaron los días del Festival las famosas “Mesas de devoluciones” desde el miércoles 13 al domingo 17 de julio, en Newscafé (Belgrano 72) con la participación del Círculo de Críticos de las Artes Escénicas y de periodistas especializados de distintos medios del país coordinada por Claudia Perren. En las mesas de devoluciones se produjo el encuentro de artistas, críticos, periodistas y público en general, quienes tuvieron la posibilidad de conversar sobre los espectáculos de la programación oficial.
Quién es Passarini.
Es arquitecto y periodista, columnista de espectáculos en televisión, radio y medios gráficos. Colaboró con revistas de cultura como El Muelle (Rosario) y La Maga (Buenos Aires), e integró el equipo de producción y realización integral del programa de cultura Corazón de barco (1997-1999), ganador del premio ATVC. Es columnista de espectáculos de diversos programas de radio, a cargo de columnas de teatro y cultura (Radio Universidad de Rosario, FM Latina, Meridiano, LT8, Antena 5, entre otras emisoras). Integra la sección espectáculos del diario El Ciudadano, donde se ha especializado en el segmento teatro, reseñando espectáculos como crítico teatral. Editó, de 2001 a 2004, la revista de artes escénicas El espacio vacío, y es colaborador permanente de la revista Picadero (editada por el Instituto Nacional del Teatro). Además de realizar tareas de productor teatral y participar como jurado en diversas muestras de teatro y festivales locales y nacionales, integra, desde 1998, el Círculo de Críticos de las Artes Escénicas de la Argentina (Critea). En la actualidad, participa del proyecto Teatro X la identidad Rosario y como jurado del concurso anual de obras teatrales (ediciones 2009 y 2010).
FTR
“Desde que vine por primera vez a Rafaela que fue con la Fiesta del Teatro 2004 entendí una lógica que pasa con el público y que no remite a ningún otro festival del país. Eso es muy determinante porque el público es un factor decisivo para el teatro, ya que es quién termina de completar el fenómeno teatral. Rafaela ya arrancó con ese hándicap lo cuál es muy valioso. Tendrá que ver con su historia de teatro filodramático, con la historia creada por Punto T y La Máscara en los últimos 20 años, por la enorme tarea que hizo Marcelo Allasino trayendo un teatro que incluso a veces no vemos en Rosario y si esto llega a Rafaela es por una gestión de un gran gestor cultural”.
Calidad en los espectáculos.
-“Si hago un salto en el tiempo y llego a 2011 pienso que aquella primera teoría que tenía me permite llegar hoy a una síntesis después de estas seis ediciones acerca de lo que pasa en Rafaela con un festival que es absolutamente valioso en términos de calidad de programación. El público entendió casi todas las poéticas durante todos estos años y entonces puede hoy aceptar la ‘osadía’ de Pablo Rotemberg de mostrar su Idea fija, ser un voyeur metiéndose dentro de los vestuarios de Javier Daulte, puede entender una lógica del cine metido en el teatro como pasa con Baby Jane o puede entender del mismo modo la simpleza de un espectáculo como el que trajo la gente del El Pingüinazo, en su teatro de pequeños objetos.
El público pudo entender que al teatro no hay que rotularlo. También apareció Pablo Rotemberg en su otro rol como actor, pianista e intérprete con Karina K que es una gloria que viene trabajando siendo una mujer muy joven con una trayectoria formidable que brilla en los musicales de la calle Corrientes. La Familia Argentina, con un emblemático texto de Ure, crítico del pensamiento de la clase media alta de nuestro país, con un relato tan revulsivo y feroz…Y el público sigue estando y siegue estando. Lo que tiene este festival es eso, está destinado a ser un éxito a instalarse definitivamente más allá de la gestión que sea, porque es un festival de la gente”.
Diferencias o igualdades de festivales.
“El año pasado fue muy bueno el nivel del festival, en el 2010 subió tres o cuatro escalones de un año para otro muy rápidamente. Pensaba que se hará el año que viene y Marcelo nos vuelve a sorprender y eso está hablando de la calidad que tiene la producción teatral en Argentina. No es casual que vengan los europeos y se maravillen con la diversidad estética y poética de nuestro teatro, incluso esto de traer los clásicos al presente. Siempre va a haber producciones interesantes, atractivas, desafiantes, creo que el teatro argentino tiene un gran defecto que se volvió virtud y es producir teatro con mucha limitación. La limitación agudiza el ingenio, en Europa nadie se sienta a producir nada sino cuenta con un subsidio de 15 mil euros y acá la gente se sienta a producir sin tener nada. No digo que esté bien sino que es una marca en la producción teatral.
También me parece destacable el no prejuicio de Marcelo para programar que tiene que ver con un valor artístico o estético independiente del lugar de donde venga. La obra puede venir de una provincia, de un pequeño pueblito o de la capital, de un teatro oficial o de un elenco independiente del interior de una provincia, lo que importa es la calidad artística de ese espectáculo. En este festival se prioriza lo artístico, los artistas son los que eligen una vez que son convocados y eso también es muy paradigmático. Y eso está presente en el esfuerzo de traer el Proyecto Vestuario completo con 22 artistas, porque no estaba bueno que podamos ver una sola de las versiones ya que íbamos a perder la idea de díptico que propuso Daulte. O que a Rosa Brillando lo vayamos a ver a una casa que conceptualmente corresponde a la estética y al planteo que hizo el director. Todo eso pone en valor, este festival pone en valor, por eso es la capital del teatro y por eso esta comunidad pequeña tan culta y teatrera, permite que los problemas se puedan resolver fácilmente. Eso permite que la ciudad se apropie del festival, en otras ciudades más grandes, los festivales se pierden, acá el festival es absolutamente protagónico”.
Una poética.
“Me fascina lo que hace Pablo Rotemberg porque corresponde al concepto que define a un artista. Un artista es la osadía permanente, el riesgo permanente y el desafío permanente. Lo invitan a todos lados, tiene críticas increíbles y él lo pone en dudas, un artista es eso, es una persona con cierta intensidad. El es increíble y además de que se cuestiona es un pianista extraordinario, un sesionista muy talentoso, un bailarín prodigioso, un gran coreógrafo y un gran actor. Para mi cierra el concepto o la idea de artista, creo que Marcelo fue muy inteligente en traer las dos caras de Rotemberg, una del Rotemberg que se deja dirigir por Ricky Pashkus y se mete en un teatro más comercial y, por otro lado, su cosa más alternativa, su irreverencia, la desnudez y la sexualidad que puede resultar violento o incómodo. Sin embargo está tan bien hecho su espectáculo, que la confirmación más rotunda es ese aplauso estrepitoso que tuvo después de la función. Eso es sanador para una comunidad y me parece de un valor impresionante”.


Ana Paula Rosillo.
julio 2011.

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